lunes, 8 de noviembre de 2010

otra carne

Dejate, dulcemente entregate
al impulso arriesgado,
abrite de labio y piel
ante un abismo inimaginable
que
yace plenamente
ante tus sentidos unificados
El punto
en el que se concentra
se aparta de lo exigido
de lo querido
y es un deseo puro y genuino,
así tocada
con pezuñas gruesas
y con aguosos ojos
excesivamente transparentes
con variantes extremidades
onduladas
suaves cual tremendo
y lento
susurro del viento
pegando en hojas carnosas de terciopelo
Así es con el saberme
apasionada
ante una situación infinitamente
tan efímera
que con semejante ahogo permitido
me dejo
me abandono
a tu dulce
carne

Recuerdo otros pasos
la manera en la que me mira
el masculinos de cortas manos
al besarme la nuca
con labios de escama blanda
y no puedo evitar la satisfacción
de suponer la lejanía
e inventar de nuevo
otro instante
sobre abundado de placer y melancolía
Tu olor y voz, amanecido
penetrándome plenamente
acariciando y acabado
sabiéndote entregado
ante una situación
largamente
tan efímera
Por eso el recuerdo
me cosquillea las entrañas
enterarme que solo lo imagino
lo invento
para dejarme
dulcemente entregarme
abandonarme
a una nueva carne