lunes, 28 de septiembre de 2009

Consecuencia de sentirse escuchado: Decae la pre-imágen asique todo vuelve lentamente a la rítmica incial, es decir la pulsación que hace el tránsito tiempo y ahí la movilización del pensamiento ordinario, lo explicito se comienza a borronear y más que énfasis a las palabras se las cargaría de una molesta e interrumpida oleada de sensaciones confusas, ¿esto lleva al enrededamientolot.% ? Tal vez si. Y será tan confuso poder explicar que cada palabra significaría otra cosa sin esas traiciones de la percepción (Será que quisimos decir algo sobre el pasado; como sabrá, la memoria va raptando ideas e información, a través de la cambiante percepción, asi se va creando, formando, algo que viene desde hace segundos o minutos, horas y días, recuerdos de años y años y años, y tiempo estirados hacia atrás, pero comienzan desde adelante sin parar), que distorciona lo que en este instante podría ser tan profundamente placentero llegar a plantear, y ojo, la ocurrencia de usar este método nada extraño aveces también nubla un poco el fin.
¿La palabra?
Cuando se dice se oye se proyecta y al último se va a tener que formatear el sistema
STOP
ಸ್ಟಾಪ್
ಸ್ಟಾಪ್
Y avalancha de disparos, para que el silencio sea creíble.Para que esté ese susurro en la frente para adentro del cráneo diciéndote:
-:Deténte, planta carnívora, basta de masticar mi pensamiento, basta de tragar mi mente por tus partes blandas hasta digerirme entera, devorarme con tus ácidosos jugos. Sos el hoyo negro que te chupa para adentro hasta desaparecerte por completo en la misma nada.
Y asi la lucha de planta-mente, hasta que no haya más nada ni nadie que se detenga incorporar este brebaje de confución, de microsegundos,
y asi todo va recayendo casi imperceptiblemente a su normalidad, como en un supuesto principio, y la concentración de este humano pasa a ser cualquier otra cosa apartada de la dimensión recien dicha.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Temporales

Las palabras cuando lluvia o este invierno que parece nunca comenzó. Los ojos se tragan con una rapidez imposible, la lengua que ni siquiera se desprende a lo físico, lo explicable, lo tangible. Y ahí están las ganas de salir volteado por el viento, salir sin calles ni sol horizonte medio día atardecer, esconderse en el tiempo y no salir a buscar el color de la noche, porque de repente llega toca la puerta, mi frente congelada es la hora de la cena, como tarántulas agarramos los tenedores las servilletas y practicamos la comida. Entonces es tanta luna, y yo una sombra que se desvanece con cada apagón de mis ojos marchitados por el tiempo.